Pronostican crisis en la imagen de Suiza

Los diarios suizos contemplan la aceptación de la iniciativa para deportar a los extranjeros delincuentes como una señal de incertidumbre popular frente a la rápida transformación social que vive el país.

La prensa internacional habla de xenofobia y de la creciente actitud en contra de los extranjeros en Suiza, que refleja una “cierta esquizofrenia”.

Tras la última señal de creciente hostilidad hacia la inmigración en Suiza, los opositores de la iniciativa se manifestaron en Zúrich el domingo, rompiendo ventanas de varias tiendas. En la capital, Berna, hubo cerca de 500 manifestantes, algunos de los cuales arrojaron bolas de nieve y botellas a la policía frente al Parlamento.

El 52,9% de los votantes que apoyaron la propuesta de la formación de derecha conservadora Unión Democrática del Centro (UDC) había cedido a un “anhelo fatal de paraíso”, según relata el ‘Tages-Anzeiger’.

El diario con sede en Zúrich añade que era una ilusión pensar que las soluciones simples podrían restablecer un antiguo idilio que muchas personas creen que ha desaparecido.

Suiza va a pagar un alto precio, concluye. “La imagen de un país cosmopolita, tolerante y comprometido a escala internacional ha sufrido una nueva paliza”.

Dictadura del pueblo
“El mal humor golpea a los extranjeros, pero no a los ricos”, es el titular del rotativo ‘Der Bund’ de Berna. El ‘sí’ a la iniciativa de la UDC pone de manifiesto que “las cuestiones de identidad y la cultura suiza, provocada por el rápido y creciente cambio social y la migración, molestan al pueblo suizo como casi ninguna otra cosa”.

El diario de Berna cita que en la misma votación del domingo, la propuesta de la izquierda para imponer un impuesto cantonal mínimo para los ricos resultó rechazado por el 58,5% de los votantes.

Por su parte, el ‘Neue Zürcher Zeitung’ advierte que el ‘sí’ a la iniciativa de la deportación era probablemente solo un “gesto simbólico” contra los extranjeros delincuentes con el que población expresó su descontento. La aplicación de la propuesta esta “lleno de aéreas políticas de conflictos potenciales”.

El ‘Aargauer Zeitung’ no se anda por las ramas: “Después de la prohibición de la construcción de alminares (en noviembre de 2009), la aceptación de la iniciativa de la deportación fue el segundo accidente operativo relacionado con la democracia directa en el periodo de un año”.

Este medio ve a Suiza en el camino hacia una “dictadura del pueblo”. “Una vez más, la UDC es el único que puede llamarse a sí mismo como un partido del pueblo”, dijo. “Su comprensión bruta de la democracia directa -en los que los votantes deciden absolutamente todo sin excepción- se ha impuesto”. El diario concluye con una inquietante aseveración: “Ya no hay límites”.

Según ‘Die Presse’ de Viena, “la creciente actitud en contra de los extranjeros en Suiza -que no es solo contra los africanos y europeos del Este, sino también hacia alemanes y austriacos- refleja una cierta esquizofrenia: por una parte quieren que asesinos extranjeros, ladrones y traficantes de drogas sean expulsados, mientras que los dictadores violentos, mafiosos y empresarios poco fiables son recibidos con un ‘Grüezi’ (hola). Esta pragmática la mentalidad de la selección cuidadosa hace finalmente que esta iniciativa sean tan descarada”.

[swissinfo.ch]




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