Los latinoamericanos somos considerados en el exterior muy pintorescos, cálidos, coloridos o vibrantes, pero poco competitivos; según el resultado de la última encuesta en el Ranking Anholt-GFK, realizada entre 20 mil personas en 50 países.
Cada año la Consultoría inglesa de investigaciones sociológicas Anholt-GFK Roper de Marca, elabora unos rankings sobre los productos, las personas y su imagen en el exterior de casi la totalidad de los países del globo; basados en escrupulosos estudios de acreditados profesionales. La última encuesta mundial realizada el pasado año 2008, revela que, entre los países latinoamericanos, Brasil, Argentina y México tienen la mejor imagen en el exterior.
Sin embargo, mientras que algunos países de la región tienen una imagen relativamente positiva –en este aspecto la mayoría la tienen-, sus productos de exportación no. Esta encuesta revela que los productos latinoamericanos todavía son recibidos con aprensión en gran parte del mundo. Simón Anholt, el consultor del gobierno británico y responsable del informe define que “este es el principal problema de los países de la región latinoamericana, que no consiguen crear un margen de confianza en los consumidores y mercados internacionales”.
El mexicano René Gallardo, analista de Mercado Internacional, pone así de claro porqué los productos latinoamericanos no son competitivos en el exterior, “los gobiernos, los empresarios y la sociedad civil deben crear una organización donde todos se pongan de acuerdo en cuál es la imagen actual del país, cuál es la que se quiere proyectar, y que se podría hacer colectiva e individualmente para así mejorar la imagen internacional”. La deducción y recomendación de este analista es clara ya que una persona en Europa o en nuestra misma región latinoamericana, elegiría la compra de un DVD de marca japonesa que de marca guatemalteca, por ejemplo. “Decenas de millones de personas de todo el mundo toman esta decisión diariamente”, afirma Anholt.
A este punto se refiere el empresario peruano, Abel Santa María, “la confianza debería empezar por casa, implantando una credibilidad de nuestros productos en el consumidor nacional a base de calidad y garantía en la elaboración y venta de cada producto”. Hace unos años en el país andino se adoptó una estrategia para promover sus productos nacionales: “consuma lo que el Perú produce” rezaba el slogan, pero sin embargo hasta ahora no está dando los resultados esperados. En la misma línea están la casi totalidad de los países de la región; sólo Brasil, Argentina y México – y Chile con sus vinos-, están logrando de una manera considerable que algunos de sus productos logren tener una acogida en el mercado internacional.
Contrariamente a estas consideraciones un tanto desfavorables en cuanto a sus productos, los latinoamericanos tienen una imagen en el exterior de ser personas por naturaleza simpáticas, que derrochan alegría, pintorescos y con mucho humor. Según la misma encuesta, en la mayoría de los países encuestados, el latinoamericano tiende a ser un inmigrante de cálida aceptación. En sentido contrario, nuestros países, de México a Chile y todo el Caribe, son entre los primeros elegidos para visitarlos a la hora de las vacaciones, igual que los países asiáticos y norteamericanos.
En cuanto a los países que mejor imagen tienen en sus productos, el ranking está encabezado por Alemania, Francia e Inglaterra. Japón y Estados Unidos comparten el sexto y séptimo lugar respectivamente.