El próximo domingo 28 de noviembre, la ciudadanía suiza está llamada a un referendum sobre varias iniciativas propuestas por partidos políticos suizos, entre ellas la deportación de extranjeros planteada por el partido derechista UDC (SVP). El 66% está a favor del "Sí".
A menos de 2 semanas de la consulta, la incertidumbre va creciendo entre los extranjeros residentes en el país helvético. Pero lo más preocupante es que, al mismo tiempo que varias autoridades y representantes políticos suizos piden el voto para el contraproyecto de esta iniciativa, entre la misma población extranjera, la mayoría (55%) está a favor del proyecto de ley que es el más extremista propuesto por la Unión Democrática suiza. "Si queremos votar por una Suiza humanitaria, abierta y que mantenga su reputación de lugar de asilo, hay que votar por el contraproyecto" exhortó el director de la Oficina Federal de Migraciones, Alard du Bois Reymond, el fin de semana pasada en Berna.
Los que sustentan esta iniciativa plantean que se tendría que adoptar duras y severas medidas legales para frenar los altos índices de criminalidad que se van incrementando de una forma realmente alarmante. "Los datos estadísticos dicen que la tasa de los delitos cometidos por los extranjeros es mucho más alta que la de los suizos", afirma un reconocido político de la derecha. La manera como capean esta radical iniciativa, parte de que ésta no va en contra de los extranjeros que viven y trabajan de una manera legal y competente y que no cometen delitos en contra del estado suizo.
Precisamente ante esta afirmación, se produce una inquietante reacción dentro de la población extranjera. La mayoría, según las últimas encuestas, están a favor de la propuesta, "por culpa de una pequeñísima minoría, no podemos estar catalogados ni mirados como ineptos e inaceptables en el país donde residimos", denuncia Atilio Barreto, de la Plataforma para una Convivencia Mutua, con sede en Ginebra.
Dragan Rudolovic, de la Organización suiza Nueva Patria, lo justifica de la siguiente manera: "Ya tengo bastante de la llamada criminalidad de extranjeros en Suiza, sería tiempo de poner fronteras marcadas a este fenómeno que hace muchísimo daño a las personas que queremos y deseamos vivir en paz con todo mundo en este país".
Las estadísticas son preocupantes
Partiendo de los últimos datos de censo otorgados por la Oficina Federal de Extranjería, el 21% de la población suiza, es extranjera. Los que plantean y defienden esta iniciativa, señalan que ese 21% gasta el 40% de las prestaciones sociales, delinque 4 veces más que el resto de la población y que ellos son los responsables del 82% de las peleas callejeras y agresiones físicas y sexuales.
La lista de delitos cometidos en su mayoría por los extranjeros, es por donde se lo mire, alarmante. Según los datos manejados por la Unión Democrática, el 80% de tráfico de drogas y el 65% de robos, vienen cometidos por extranjeros. El 71% de los centros penitenciarios está ocupado por delincuentes extranjeros; es por ello que las principales iniciativas del proyecto planteado por el UDC en materia de seguridad pasan por las medidas de expulsión inmediata de los extranjeros que delincan por más de una vez.
Así pues, la cita al referendum del domingo 28 de noviembre, está causando una enorme expectativa en toda la población suiza, nativa y extranjera. Las encuestas, hasta el momento, son enormemente favorables para los de la derecha, aún así, el Secretario General del Partido Socialista Suizo, (SP); Thomas Christen, apela a la madurez y sensatez de la ciudadanía suiza, y afirma con contundencia, "la única encuesta que cuenta es la del 28 de noviembre".
Por nuestra parte, latino.ch, intentó en más de una ocasión, telefónica y personalmente, obtener alguna opinión sobre esta polémica iniciativa en el cuerpo diplomático latinoamericano acreditado en Suiza; pero nos quedó claro que se reservan - o se abstienen - de toda declaración oficial.