En las sociedades organizadas, los individuos se comportan cívicamente. Siempre exponiendo sus necesidades y formando parte del engranaje del gobierno, se reconocen a sí mismos como partes productivas integrantes del mismo, son los jueces y partes que controlan para hacer valer sus derechos. Viven pendientes de lo que hacen sus ministros y su presidente, lo tienen claro, sin ciudadanos y ciudadanas no existe el Estado.
La indiferencia debería ser un pecado social, debido a que permite que otros hagan de ti y con lo tuyo lo que deseen, es un flagelo actual que literalmente nos afecta: la corrupción En diversas ocasiones en reuniones coloquiales, cuando alguno de los presentes inicia una conversación del tema “corrupción” de este gobierno, es muy penoso escuchar personas decir: “Ay por favor, no hablemos de política, para mí todos los políticos son corruptos” sin darse cuenta les están cediendo su lugar a otros por llevar muy dentro indignación, asco político, o porque simplemente no les importa. Cuanta gente buena, productiva e interesantes que podrían aportar y enviar una buena señal de que todavía se puede sanear y reivindicar la política como ciencia social y humanitaria en República Dominicana, poniéndola al servicio de las grandes mayorías, aunque por un lado nos resulte comprensible, que los se hayan espantado con tanta inmoralidad, han elegido no morir de espanto.
En una radiografía panorámica común a un conjunto de „politicos“ del gobierno actual, le han detectado zonas radiolúcidas de: engaños al pueblo, saqueos, depredación del erario, manejo expreso del tráfico de influencias, el clientelismo y el chantaje, cobijados al amparo de la impunidad cóncava y convexa y, visto en zonas radiopacas de cómo evaden la forma de nunca tener que rendir cuentas. Con este rosario de bandalismo, hasta la Iglesia cuenta, los abogados penalistas controlan, la sociedad requiere inercia.
Esta actitud ciudadana, en contra de los políticos y la política, se podría interpretar, como una maraña finamente tejida y concertada, para que precisamente los sectores pensantes se queden inmóviles, se les ha trabajado de manera sutil y, les han bajado la moral de ver tantos desacatos de personajes que asquean porque en verdad los que andan en esas prácticas, no tiene nada que ver con la política, más bien mercaderes de ella, queriendo insultar nuestra inteligencia, nos quieren percibir como rebaños ovejeros y nos dan trato de borregos. Aparentemente, están logrando lo suyo, han alejado del entorno político a un buen grupo de cerebros pensantes, gente buena con criterios, que han perdido la fe en la democracia y prefieren cruzarse de brazo, porque se sienten frustrados. Con esta actitud facilitan la continuidad sin tropiezos, fortaleciendo aún más la corrupción y su impunidad.
Esta nueva clase de multimillonarios, con pasado reciente, tienen nombres y apellidos, (aquí nos conocemos todos) han dado al traste con la autoestima de muchos, con cucharones de palo les han dado sobredosis de jarabe-indiferencia a nuestros paisanos, su delictiva conducta, amparada por la impunidad, creyendo que ese dinero el cual expropian del erario del pueblo, les dará el permiso para un día morir en el “éxito” sin el más mínimo remordimiento de que por sus desfalcos somos cada día un pueblo más pobre, sin esperanzas, sin luz, sin salud, ni educación, cuyos ciudadano(as) temen pertenecer a la clase política por el descrédito que le han otorgado, esa especie destructiva en la sociedad, la ética, la moral y la cívica.
Para poner en agenda: nos toca introducir en el Agar nuestra indignación social por la forma como nos están tratando, atrapados en el caos, la prepotencia e irrespeto, corrupción, desarraigar el gusano de la indiferencia porque sería la manera como saldríamos de un Estado deplorable para otro más loable, desmontarle la trama a los corruptos, apearlos de sus carretas vacías que sólo producen ruidos y no hacen nada para el pueblo, pero sí mucho para ellos creyendo que este país es su patrimonio
¿Hasta cuándo?
¿Qué sedante le han dado a este buen grupo de ciudadanos y ciudadanas? Lo que sea, ha sido una sobredosis porque se sienten anulados y no entienden que si le dejamos el paso libre ellos continuarán con sus atropellos y desfalcos. Quienes se resignan, actúan inconscientemente como cómplices de los “politiqueros” que nos están dejando un legando no ejemplar. Nuestra única esperanza entonces será la ley del “El Péndulo” que siempre se devuelve, aunque no se ve, pero que sí existe de manera intangible.
De no participar cada uno de nosotros cambiando de actitud, estamos condenados a una inevitable e irreversible decadencia por ello necesitamos inyectar sobredosis de: conocimientos y cambio radical en nuestra conducta., de la sociedad, reestructurar nuestro entorno social y reivindicar nuestra dignidad y real libertad, credo absoluto para satisfacernos en una real convivencia.
Creo firmemente, que los derechos no sólo son los legales, porque los más importante son los que se “viven y se defienden” particularmente, planeo quedarme de por vida con los dos últimos.
PS: El Agar: es un medio de cultivo, para bacterias, extraído de algas marinas.