Jesús (Cacho Mendieta), un antiguo empleado paceño del ministerio de finanzas, una mañana sufre un infarto que lo manda al hospital, con el gentío en el momento de su internación tiene que esperar a que un joven que tiene el mismo apellido termine su trámite para unos exámenes de cáncer. De regreso a su oficina, descubre que sus compañeros de trabajo ya habían dispuesto sus cosas. Y para colmo de vuelta a su casa, encuentra a su mujer, con las maletas en la puerta, que le explica que lo deja porque cuando se hizo a la idea que de ser viuda se sentía mejor. Pensando que nada peor le podía suceder, al otro día le caen los cobradores del hospital con la factura diciéndole que el seguro no quiere hacerse cargo de los pagos; cuando va al seguro a reclamar le explican que al no ser notificados antes de la internación el seguro no se hace cargo de los gastos, desesperado no sabe qué inventar para conseguir el dinero. Ahí es donde Jesús trama aprovechar una prueba de cáncer del joven homónimo entregada erróneamente a su nombre y para presentarla al seguro y a su oficina, como única salida económica, internándose en la clínica con baja medica en su oficina. Los médicos del hospital público, al ver el análisis lo internan en el pabellón de los enfermos terminales. Jesús se enfrenta ahí con gente que está despidiéndose de la vida y él como está sano, empieza sin proponérselo, a cambiar la actitud pesimista de cada uno de los pacientes. Al final Jesús va a necesitar algo más que la suerte para salir de este atolladero.
[La Prensa (Bolivia)]
Estreno: 30 de junio en Zurich, Basilea y Berna
trigon-film
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