Carta dirigida a la misión permanente colombiana ante las Naciones Unidas

Grupo de latinoamericanos y suizos en Ginebra hacen peticiones al gobierno colombiano para construir una paz con justicia social en Colombia y aportar una solución política a los conflictos del país

Ginebra, 26 de mayo del 2006
Señor
Embajador
Misión Permanente de Colombia
Ante la ONU
La ciudad

Señor,

Por medio de la presente, ciudadanos suizos, centro y sur americanos que nos solidarizamos con el pueblo colombiano, nos dirigimos a usted para hacerles parte de nuestra preocupación frente a los atropellos que viven las comunidades campesinas, indígenas y afro descendientes que se reunieron principalmente en el sur occidente del país y se movilizaron para dar a conocer su inconformidad con las políticas de Estado. Desde suiza, varias organizaciones y colectivos vienen desarrollando distintas actividades en solidaridad con organizaciones sociales colombianas a través de proyectos de cooperación, difusión de su problemática, visitas por sus territorios o giras en Europa. Conocemos las comunidades campesinas, indígenas y afro descendientes desde varios años y los acompañamos totalmente en sus procesos de organización, desarrollo propio y búsqueda de la paz con justicia social. Estamos convencidos que el conflicto colombiano tiene una solución política que exige fuertes cambios en la repartición de las riquezas y la participación directa de las organizaciones sociales en la construcción de propuesta y política de paz.

En este sentido apoyamos los procesos de encuentros, debates y movilizaciones como fue el caso de la Cumbre Itinerante de organizaciones étnicas, campesinas y gremiales desarrollada a partir del 15 de mayo de la semana pasada. Respaldamos las comunidades rurales en su deseo de dialogar con el Estado colombiano para :
1. establecer una Consulta Popular Nacional para la aprobación o rechazo del TLC que el presidente firmó con EEUU desconociendo la postura de la sociedad civil marginada
2. exigir el cumplimiento de los acuerdos firmados con estas organizaciones sociales con los distintos gobiernos colombianos
3. oponerse a la política de " seguridad democrática " que señala y reprime de manera constante a las organizaciones sociales
4. cuestionar la Ley de Justicia y Paz que deja las masacres paramilitares y la complicidad del Estado en la impunidad
5. parar las fumigaciones contra los cultivos de uso ilícito por no resolver el problema del narcotráfico y perjudica a las comunidades rurales
Una vez más, como si nos faltarían muestras de violencia y autoridad, la respuesta del gobierno colombiano desconoció totalmente las reivindicaciones de las comunidades y reprimió ferozmente a las decenas de miles de campesinos, indígenas y afro descendientes movilizados en La Maria Piendamo y el Rosal Mondomo en el norte del Cauca, Remolinos y Ricaurte en Nariño. Como lo denunciaron las organizaciones sociales del sur occidente colombianos y suizos que se encontraban presentes en la Cumbre, sabemos que la fuerza pública, bajo orden del gobierno nacional, asesinó a indígenas, hirió con balas a decenas de participantes, incineró al centro de Convivencia, Diálogo y Paz de La María, destruyó la emisora comunitaria, las oficinas del cabildo, hurtó computadores, quemó 6 motos y arrasó casas de pobladores del resguardo indígena.

Miles de soldados, helicópteros y centenares de policías ESMAD gazearon, rafaguearon y golpearon de manera totalmente indiscriminada a mujeres, niños, ancianos y todos los participantes de este evento.
Por todos los atropellos que han sucedido en el Cauca y Nariño desde el 15 de mayo, le exigimos, como embajador de Colombia en Suiza y ante las Naciones Unidas, de hacer llegar las demandas siguientes al presidente Álvaro Uribe y al defensor del pueblo:
1. que el gobierno y la fuerza pública respeten el derecho a la libre movilización de las comunidades agrarias
2. que se desmonte el ESMAD que sigue asesinando el pueblo cada vez que se moviliza
3. que cese todo acto violento por parte de la fuerza pública, que pueda atentar contra la integridad física, la vida, los territorios y la cultura de los pueblos campesinos, afro colombianos e indígenas
4. que se conforme de forma inmediata de una mesa nacional de negociación entre las organizaciones sociales del sur occidente y el gobierno con el objeto de buscar solución definitiva a la crisis que padecen las comunidades rurales.
5. que se investigue y castigue los responsables de la violaciones a los Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario por parte de la fuerza pública cometidas en el marco de estas jornadas
6. que cesen las fumigaciones y que se organice la erradicación manual de cultivos ilícitos de manera concertada con las comunidades a través de sus organizaciones para que no se atente contra los cultivos alimentarios
7. que no se reintegre a los paramilitares y subversivos desmovilizados a las fuerzas del Estado como informantes o soldados, sino que se les garantice retornar a una vida civil
En aras de dar elementos para construir una paz con justicia social en Colombia y aportar a la solución política del conflicto, seguiremos acompañando a las organizaciones sociales en sus procesos organizativos autónomos, en sus propuestas de desarrollo alternativo y en sus luchas y movilizaciones por sus derechos. Finalmente, queremos dejar en claro que rechazamos las intervenciones del vice-presidente de la república y de la embajadora presentadas en artículos del Le Temps los días 17 de marzo, 5 y 25 de abril que señalan a organizaciones suizas de apoyar a la subversión. Reivindicamos la libertad de expresión y la legitimidad de oponerse a la política de Estado con autonomía y autodeterminación sin ser tratado como terrorista.

Atentamente,

Comité de solidaridad con la cumbre itinerante de las organizaciones sociales del sur occidente colombiano


Copias :
Micheline Calmy Rey – Ministra de Relaciones Exteriores de Suiza.
Grulat,
Grulac,
Consejo de Derechos Humanos